Aspectos Epistemológicos en la obra de Max Weber

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Aspectos Epistemológicos en la obra de Max Weber
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Las ciencias naturales buscan explicaciones causales a partir de las que se puedan inferir leyes universales; este método influyó en los enfoques de A.Compte y E. Durkheim, padres fundadores de la sociología, pero pronto mostró su radical insuficiencia.

Max Weber postuló un enfoque epistemológico nuevo, que mantiene su vigencia hasta nuestros días, si bien en competencia con otros planteamientos rivales
ASPECTOS EPISTEMOLOGICOS EN LA OBRA DE MAX WEBER

1. INTRODUCCION

El método de las ciencias sociales es muy diferente del método de las ciencias naturales: las ciencias naturales , mediante la observación de fenómenos y la repetición de experimentos , busca explicaciones causales a partir de las cuales se pueda inferir una “ley universal”.
El método de las ciencias naturales influyó en los inicios a las ciencias sociales , como son los casos del empirismo de John Locke, o el positivismo de Auguste Comte y Émile Durkheim; sin embargo pronto se constató la radical insuficiencia de estos planteamientos.
Así pues, se hizo necesaria una epistemología de las ciencias sociales diferenciada del método de las ciencias naturales.

2. ANTECEDENTES ILUSTRADOS

El pensamiento de Max Weber tiene unos fundamentos indiscutiblemente ilustrados que podríamos situar en Kant. En sus críticas sobre la capacidad de juzgar, Kant diferencia dos tipos de juicios: a) Los juicios determinantes (desarrollados en su Analítica de la Crítica de la Razón Pura) b) Los juicios reflexionantes (desarrollados en su Crítica del Juicio).
La crítica de la capacidad determinante, es una crítica de la capacidad de juzgar en las ciencias empíricas. Se busca un saber nomológico que permita la construcción de leyes generales, que deben ser verificadas en los casos particulares. Así, la ciencia empírica es una construcción sistemática de leyes, cuya validez sería confirmada o falsada en base a juicios determinantes, que expresarían la relación entre el lenguaje matemático y la realidad física.
Para Kant, la vida no puede expresarse en lenguaje matemático. Los casos concretos de la vida están regulados por la idea de organismo , que son “totalidades cualitativas singulares”, y la vida de los singulares no puede ser reducida a una forma matemática. El estudio de la vida requiere el estudio de la singularidad, mediante el uso de juicios reflexionantes.
Esto plantea una dicotomía entre dos tipos de saberes: ciencias de leyes (universales) versus ciencias de los singulares.
Las cosas que realmente interesan al ser humano son siempre singulares, es decir existenciales. Nietzsche, con su nominalismo radical y su ideal estético, llevó hasta el final la idea del singular, lo que apareció como una amenaza al programa científico de occidente.
Max Weber concluyó que las ciencias sociales podían ser una síntesis entre la explicación mediante leyes, y la comprensión, mediante la interpretación de los singulares, realizando el mayor esfuerzo epistemológico hasta el momento para tratar de complementar ambas visiones. Para ello, Weber tiene que plantear un nuevo tratamiento del singular que permita explicaciones nomológicas. Aspira a que el concepto de vida esté bien utilizado en el campo de las ciencias sociales planteando un programa específicamente anti-nietzscheano, tratando de superar la premisa romántica de que sólo una vida puede reproducir la experiencia de otra vida.

3. ANTECEDENTES ROMÁNTICOS

a) En su obra “Sobre la utilidad y los perjuicios de la historia para la vida”, Nietzsche plantea un argumento típicamente post-hegeliano: la auto comprensión de la sociedad no es siempre útil, oportuno o beneficioso para la Vida. Rememora el Fausto de Goethe, que realiza una contraposición entre la ciencia y la vida: “Gris es el árbol de la ciencia, verde es el árbol de la vida”. Fausto se da cuenta que, después de toda una vida dedicada a la ciencia, ha perdido la Vida.
Nietzsche está pensando, al hablar de ciencia, en la “Filología Histórica” la cual no está en condiciones de desarrollar un planteamiento adecuado para la vida; mientras la filología histórica, a través de la semántica histórica, nos da un extraordinario ejercicio de Memoria, Nietzsche plantea el Olvido como la condición necesaria para el desarrollo de la Vida.
Para estar en condiciones de controlar su propia evolución, el ser humano debe liberarse de la evolución biológica y ser dueño de su destino, para lo cual requiere el tratamiento adecuado de la historia. El Olvido es la condición de posibilidad para des-domesticarnos y permitir de nuevo la emergencia de la vida que es pura expresividad al carecer de memoria. Nietzsche plantea tres tipos de historia:
En tres aspectos pertenece la historia al ser vivo: en la medida en que es un ser activo y persigue un objetivo, en la medida en que preserva y venera lo que ha hecho, en la medida en que sufre y tiene una liberación. A estos tres aspectos corresponden tres especies de historia, en cuanto se puede distinguir una historia monumental, una historia anticuaria y una historia crítica. (Nieztsche, 2010, p.8)
La historia crítica buscaría el equilibrio entre el olvido y la memoria, regulando los instintos del consuelo y de la acción.
b) El libro primero de la obra de Dilthey intitulada “Introducción a las ciencias del espíritu” se subtitula: “Ojeada sobre el complejo de las ciencias particulares del espíritu, en que se muestra la necesidad de una ciencia fundamental”. En la página 41 dice:
El motivo de que arranca el hábito de separar estas ciencias como una unidad de las de la naturaleza radica en la hondura y en la totalidad de la autoconciencia humana. Intactas aún por las investigaciones sobre el origen de lo espiritual, encuentra el hombre en esa autoconciencia una soberanía de la voluntad, una responsabilidad de los actos, una facultad de someterlo todo al pensamiento y resistir a todo encastillado de la libertad de su persona, por las cuales se distingue de la naturaleza entera.(Dilthey 1980, p. 41).
En los “Gesammelte Aufsätze zur Wissenshaflehre”, Max Weber declara que éste es el primer estudio serio donde se aborda el problema metodológico de las denominadas ciencias del espíritu (también conocidas como ciencias morales y políticas, o ciencias sociales), en contraposición de las ciencias naturales.
Dilthey , partiendo de la idea de “historia crítica” de Nietzsche, se opone a su idea de la historia como organización de instintos, y recupera la idea de la Historia como expresión de una conexión psíquica profunda. El sujeto trascendental es psíquico y vincula inseparablemente tres dimensiones (Sentimiento, Voluntad y Conocimiento) con el objetivo de “conservación de la vida”. Las ciencias del espíritu deben realizar una comprensión (“verstehen”) de la vivencia en su conjunto.
c) El romanticismo aplicó la idea de la vida de forma continua y abusiva a la idea de sociedad, mediante el concepto de Pueblo. Sobre este concepto se articuló la epistemología de la “Escuela Histórica de la Economía Nacional” de Alemania:
– Centralidad de la idea de la vida
– Pueblos como organismos vivos, con su historia que incluye nacimiento, desarrollo, madurez y muerte.
Ante estos planteamientos, Weber se propone depurar el conocimiento de toda influencia metafísica, y centrarse en una concepción científica.

4. RESUMEN DE LA EPISTEMOLOGIA DE WEBER:

Max Weber, en sus Conceptos Sociológicos Fundamentales plantea la siguiente definición:
Llamamos sociología aquí a la ciencia que quiere comprender la acción social mediante una interpretación de la misma, explicando por esa vía la causa de su realización y sus efectos.
(Weber 2006, pp77)
En esta definición podemos encontrar tres conceptos clave del enfoque epistemológico de Weber:
– Enfoque científico
– La acción social es el objeto de estudio
– Combina hermenéutica (interpretación) y causalidad
Weber se inspira en Goethe para aceptar que la acción es la principal característica del hombre moderno: “Escrito está: “En el principio era la Palabra”….Aquí me detengo ya perplejo. ¿Quién me ayuda a proseguir?. No puedo en manera alguna dar un valor tan elevado a la palabra; debo traducir esto de otro modo si estoy bien iluminado por el Espíritu.- Escrito está: “En el principio era el sentido”….Medita bien la primera línea; que tu pluma no se precipite. ¿Es el pensamiento el que todo lo obra y lo crea?… Debiera estar así: “En el principio era la Fuerza”…Pero también esta vez , en tanto que esto consigno por escrito, algo me advierte ya que no me atenga a ello. El Espíritu acude en mi auxilio. De improviso veo la solución y escribo confiado: “En el principio era la Acción”
(Goethe 1987, pp139)
La comprensión del sentido de la acción sería el objetivo de la sociología como ciencia, puesto que el hombre moderno desarrolla su personalidad dando sentido a su acción.
Ahora bien, en las ciencias sociales, el conocimiento no es un reflejo fiel de la realidad, pues tal como expuso Kant, la realidad es infinita e inabarcable; por tanto, el conocimiento solo puede ser una reconstrucción parcial, intencional y aproximativa de la realidad en sí, la cual se intenta comprender (“verstehen”).
Veamos a continuación las notas características del programa epistemológico de Max Weber:
a. Hecho social versus acción social.
El hecho social postulado por los positivistas constituye un objeto que es observable, medible y cuantificable por medio de encuestas, documentos, estadísticas , etc.
Sin embargo, la acción social es necesariamente subjetiva, y está orientada hacia los otros. La acción social, por contraposición de los hechos, tiene un sentido. Comprenderlo debe ser un objetivo fundamental de las ciencias sociales.
Las intenciones no son observables ni medibles, ahora bien el investigador también tiene intenciones. La propia subjetividad del investigador le da la posibilidad de tratar de entender las intenciones del objeto investigado.
El sentido puede ser individual o colectivo. Mediante la “verstehen” (comprensión o interpretación ), el investigador puede construir un sentido teórico que trate de dar cuenta del sentido investigado. Teniendo esto en cuenta , la comprensión de las acciones sociales es una hermenéutica.
b. Pluralismo causal.
En las ciencias sociales se da un pluralismo causal; así , un hecho puede tener múltiples causas, pero también producir efectos que se conviertan en nuevas causas, producir efectos indeseados, etc… las ciencias sociales se comportan como sistemas complejos donde no se da relación lineal entre causas y efectos. Esta naturaleza compleja de lo social, hace que no se pueda dar una ciencia predictiva.
La investigación es una interpretación, que como tal resulta en una selección , recorte y abstracción de la realidad, que no podemos evitar deformar (como las proyecciones del globo terráqueo en los mapas).
c. Neutralidad valorativa de la ciencia (versus la política).
La ciencia no puede dar sentido a la vida. Para Weber , la ciencia debe caracterizarse por una neutralidad valorativa, es decir, la ciencia no nos puede decir qué debemos hacer, ni cómo debería ser el mundo futuro.
La ciencia nos puede decir cómo son las cosas, o si los medios son adecuados para alcanzar unos fines; pero la ciencia no nos debe decir cuales son esos fines.
La sociología es una ciencia de la realidad, nos intenta decir como es ésta. En ningún momento debe decirnos qué deberíamos hacer.
Weber se distancia así de Marx y de su visión de que ciencia y política deben ser revolucionarias.
Contra el imperativo nietzscheano de transmutar los valores, Max Weber reconoce el papel central de los valores, pero sólo pretende entender su influencia en la vida, manteniendo una postura neutral en relación a la elección de los valores, que considera debe ser efectuado por cada individuo.
d. Politeísmo de los valores.
Para Weber no existe una obligación de adherirse a un valor para estar en condiciones de adherirse a una ciencia. Pero eso no quiere decir que la ciencia pueda hacerse sin referencia a valores.
El investigador debe ser autoconsciente y trasparente respecto a la relación entre la ciencia y sus valores. No podemos comprender la realidad social si no entendemos los valores a los que se refieren, pero esto debe formar parte de la descripción, sin que presuponga la adscripción del autor a esos valores. Esto determina la inevitable necesidad de generar un discurso específico para argumentar a favor de cada valor.
Al no existir un criterio ultimo para adscribirnos a un valor, tenemos que admitir la pluralidad de valores. La adscripción personal es fruto de nuestra libertad y nunca podrá ser justificada científicamente. Para entender los valores, la clave es el sufrimiento: el valor surge después  Las formas de superar ese desequilibrio son muy variables, y por eso los valores son plurales. Al depender de nuestra experiencia de sufrimiento , nuestra experiencia de valores es intransferible.
En definitiva, los valores no se pueden sintetizar lógicamente, sino tampoco
prácticamente.
El politeísmo de valores es de naturaleza trágica: no podemos armonizar los
valores , porque ningún valor agota al Ser que, para Weber, es pura irracionalidad. Por eso la ciencia social es inestable : no podemos ser objetivos epistemológicamente, si no somos objetivos éticamente; no es posible conocer el mundo sin conocerte a ti mismo.
e. Tipos-ideales
Los tipos-ideales no son fenómenos sociales que encontramos en la realidad,
sino que son conceptos. Son categorías que nos permiten la adecuada
interpretación de los fenómenos sociales (i.e. burocracia, poder, espíritu del
capitalismo). Los tipos ideales son creados por el investigador, partiendo de la
abstracción de rasgos que toma de la realidad, siempre al servicio de los fines de
su investigación.
Weber asume la distinción kantiana entre la realidad y lo real. Así, la realidad es
caótica, desordenada e infinita, y el investigador trata de comprenderlo a través
de los conceptos. Los tipos ideales no son empíricos, no pueden ser contrastados
contra la realidad. El investigador crea esos tipos ideales en base a sus intereses
explicativos, es decir, en base a su hermenéutica de la realidad, tanto buscando
la explicación de los fenómenos sociales, como tratando de encontrar una
fundamentación para las reglas sociales, que tendrían así un carácter heurístico.
El proceso de investigación no se detiene en los primeros conceptos, sino que va
creando nuevos conceptos cuya potencia explicativa es cada vez mayor.
Al estar definidos por el investigador, los tipos ideales son subjetivos e
incorporan sus intereses y su cosmovisión.
El concepto sirve entonces para ordenar la realidad, dándole forma para que
nosotros como sujetos históricos podamos interpretarla.
Lógicamente, investigadores distintos pueden plantear tipos ideales distintos,
por lo que Weber recupera el sujeto, frente al enfoque marcadamente positivista
de Comte o al enfoque estructuralista de Marx.
f. Causación adecuada.
El proceso de singularización avanza hasta encontrar la causación adecuada (es
una causa singular para un singular). Las causas adecuadas son históricas, y no
tiene efectos predictivos: porque se dieron estos elementos en este contexto, se
produjeron estos efectos. Digamos que es una explicación causalmente
adecuada. La causación adecuada es necesaria pero no suficiente.
Así, las ciencias sociales no están diseñadas para prever, sino para observar y
explicar lo sobrevenido.
g. Historia
Para Max Weber el objeto fundamental de las ciencias sociales es el pasado, con
un interés específicamente antropológico: el ser humano es el animal que está
interesado por el pasado que no puede percibir. Esto hace que las ciencias
sociales sean ante todo ciencias históricas.
Sin embargo su enfoque es radicalmente contrario a Hegel, al reivindicar una
apertura a la facticidad como trabajo infinito de la historia:
El destino de una época de cultura que ha comido del árbol de la ciencia
consiste en tener que saber que podemos hallar el sentido del acaecer del
mundo, no a partir del resultado de una investigación, por acabada que sea,
sino siendo capaces de crearlo; que las “cosmovisiones” jamás pueden ser
producto de un avance en el saber empírico, y que, por lo tanto, los ideales
supremos que nos mueven con la máxima fuerza se abren camino, en todas las
épocas, sólo en la lucha con otros ideales, los cuales son tan sagrados para
otras personas como para nosotros mismos. (Weber 2012, pp. 46)
Podemos decir que en Weber se produce la transición desde “la filosofía de la
historia” según una visión específicamente hegeliana, a la “filosofía histórica”,
mediante la renuncia de la razón histórica, para pasar a considerar el carácter
constitutivamente histórico de la razón, que sería abierto, y por tanto,
inabarcable.

5. EL CAPITALISMO MODERNO

En su obra “El capitalismo y la ética protestante” encontramos un magnífico ejemplo de
aplicación de los criterios epistemológicos de Weber, que resumimos a continuación:
La ética protestante fue un elemento necesario (causalidad adecuada) para la aparición
del capitalismo moderno.
Esto supone poner la causalidad en el corazón de la hermenéutica; Weber es partidario
de la hermenéutica de los textos que articulan los procesos reales de la sociedad.
La ética protestante fue el elemento eficaz dentro de una constelación (la modernidad)
capaz de producir otro singular, el capitalismo moderno.
Muchos elementos de la constelación, como la ciudad moderna, la ciencia, la técnica, el
derecho, el estado patrimonial se han dado en otros lugares y momentos de la historia
(i.e la Florencia del siglo XV), y sin embargo no produjeron el capitalismo moderno, al
no darse la condición necesaria mencionada. Por otra parte, la ética protestante no es
una condición suficiente, pues sin la mencionada constelación, no ha producido en otros
sitios el capitalismo.
Así, encontramos que el capitalismo moderno es racional, pero lo produce el aspecto
más irracional de la ética protestante.
El capitalismo moderno no es un proyecto como otros capitalismos clásicos, fundado
sólo en razones económicas y que acaban generando un “hedonismo”.
El capitalismo moderno es sobrevenido, y proviene de la dimensión ascética de la ética
protestante que no puso los beneficios del capitalismo al servicio del consumo y el
placer, sino a la reinversión constante del capital.
El trabajo no fue entendido como una maldición, sino como un deber ético (el que no
trabaje , que no coma). El trabajo tiene un valor sagrado, es una bendición en el sentido
de que constituía una “vocatio” (Beruf).
La reforma dio lugar a una clara diferenciación entre la razón de la casa y la razón de la
empresa. El puritano que trabajaba por mandato de Dios, nunca comprendió los
beneficios de la empresa como su propiedad. El éxito de la empresa constituía una señal
de que era un elegido, y eso le hacía seguir trabajando hasta la muerte.
El motivo irracional de la certeza de la salvación eterna, les obligó a un trabajo
extenuante sin fin, basado en el cálculo racional y la acumulación continua;
paradójicamente, esta causa irracional produjo la fría racionalidad del capitalismo
moderno y sus estructuras.

6. CONCLUSIÓN

La concepción epistemológica moderna de las ciencias sociales, surge de la concepción
weberiana.
Para Weber, las ciencias sociales no sólo son comprensivas, sino también explicativas.
La identificación de vínculos causales sería la finalidad de la ciencia, pero sólo se puede
comenzar mediante la interpretación. Weber plantea una síntesis de las dos
dimensiones, tratando de superar la antítesis creada entre los planteamientos
románticos y los ilustrados.
Las ciencias sociales no pueden ser unas ciencias de la hermenéutica (interpretación), ni
causales; tienen que ser ciencias que integren las dos dimensiones.
No puede haber un estatuto de ciencia sin causación, pero la compresión de los valores
es necesaria también. Tenemos así dos procesos epistemológicos distintos que deben
estar íntimamente relacionados: las estrategias hermenéuticas no nos permiten
comprender si no identificamos sus causas y sus efectos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
1) Dilthey, W. (1980) : Introducción a las ciencias del espíritu. Madrid. Alianza
Editorial
2) Goethe, J.W. (1987) : Fausto. Madrid. Cátedra.
3) Nietzsche, F ( 2010) : Sobre la utilidad y los perjuicios de la historia para la vida.
Madrid. Biblioteca Nueva
4) Weber, M. (1999) : Etica protestante y el espíritu del capitalismo. Madrid. Albor.
5) Weber, M. (2006) : Conceptos sociológicos fundamentales. Madrid. Alianza
Editorial
6) Weber, M. (2012) : Ensayos sobre metodología sociológica. Buenos Aires.
Amorrortu
By | 2018-03-20T10:25:13+00:00 marzo 18th, 2018|Sin categoría|2 Comments

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